Gracias a Dios!
Estas palabras las dijeron nuestros
cuatro deportistas ganadores de medallas Olímpicas. Gracias a Dios, suele ser
las frases de muchos, incluso de mí, que soy un “ateo declarado”, y es qué las malas
costumbres son difíciles de quitar, y más cuando desde niño te las han
inculcado, ya sea con chancleta, o con uno que otro apasionado sermón de no sos
nada sin él, y por él, es que lograse esto o aquello. Pero en fin, lo que pretendo con este escrito va más allá
de un debate bizantino; tipo Testigo de Jehová vs Católicos. Pues lo que pretendo hablar aquí es de razas,
o más bien de culturas, que exactamente el punto del todo, asi lo quieran disfrazar
que es soló cosa de colores y demás rasgos particulares.
En Colombia el 10 por ciento de la población es negra, afrodecendiente, pero su influencia y he importancia en el país es enorme, ya sea en la música o en el deporte, suelen destacar a pesar del enorme abandono que tiene el Estado sobre esta población. Un poco de la mentalidad de estos representantes del poder se puede ver reflejada en una frase: “la plata que uno le mete al Chocó es como meterle perfume aun bollo” palabras de un diputado Colombiano. Pero bueno, tampoco quiero profundizar en este tema, ya que un “criollo” como el resto de 115 presidentes de este país, hablando mal de la gente negra no es raro, ya que es la mentalidad que les ha inculcado su madre patria desde la colonización. Y es que un blanco utilice la palabra negro de manera peyorativa no es raro, ni aquí, ni en el resto del mundo, ya que siempre han tenido una posición de amo, de privilegiado frente al resto de demás “razas”(como ellos suelen clasificar las diferencias desde siglos atrás) como para ver en su raza! Una virtud intrínseca, divina por su perfil griego. Pero es aquí de donde parte mi disgusto, por esa palabras de: gracias a Dios! Es que desde 1520 cuando los afro llegaron a estas tierras han sido sometidos a punta de látigo a las actitudes blancas (europeas, españolas) de creencias católicas, de civilización, de capitalismo, de -yo soy el amo, tu el esclavo, -yo soy listo, tu eres tonto y no tienes alma y demás.
En Colombia el 10 por ciento de la población es negra, afrodecendiente, pero su influencia y he importancia en el país es enorme, ya sea en la música o en el deporte, suelen destacar a pesar del enorme abandono que tiene el Estado sobre esta población. Un poco de la mentalidad de estos representantes del poder se puede ver reflejada en una frase: “la plata que uno le mete al Chocó es como meterle perfume aun bollo” palabras de un diputado Colombiano. Pero bueno, tampoco quiero profundizar en este tema, ya que un “criollo” como el resto de 115 presidentes de este país, hablando mal de la gente negra no es raro, ya que es la mentalidad que les ha inculcado su madre patria desde la colonización. Y es que un blanco utilice la palabra negro de manera peyorativa no es raro, ni aquí, ni en el resto del mundo, ya que siempre han tenido una posición de amo, de privilegiado frente al resto de demás “razas”(como ellos suelen clasificar las diferencias desde siglos atrás) como para ver en su raza! Una virtud intrínseca, divina por su perfil griego. Pero es aquí de donde parte mi disgusto, por esa palabras de: gracias a Dios! Es que desde 1520 cuando los afro llegaron a estas tierras han sido sometidos a punta de látigo a las actitudes blancas (europeas, españolas) de creencias católicas, de civilización, de capitalismo, de -yo soy el amo, tu el esclavo, -yo soy listo, tu eres tonto y no tienes alma y demás.
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